El día que Diego perdió y un niño santiagueño le dijo:
“NO LLORES, VAS A SER EL MEJOR JUGADOR DEL MUNDO"
“Con Los Cebollitas perdimos la final del Campeonato Nacional en Córdoba. Nos ganó un equipo de Pinto, Santiago del Estero, dirigido por un señor llamado Elías Ganem. Su hijo, César, me vio tan amargado, que se me acercó y me dijo: ‘No llorés, hermano, si vos vas a ser el mejor jugador del mundo...’. Todos creen que me regaló su medalla de campeón, pero nada que ver: se la quedó él y bien ganada que la tenía”, supo narrar Maradona en su libro “Yo soy el Diego de la gente”.
Un corrección en su relato no fue una final, sino una semifinal de los juegos nacionales Evita allá por 1973 entre Los Cebollitas y el equipo santiagueño Social Pinto y la derrota de ese día fue un golpe muy duro para el equipo de Diego ya que tenían un récord de cerca de casi 200 partidos invictos, hasta que llegó el peor día, un 20 de diciembre, donde en las instancias de semifinales perdieron 3 a 2 en los penales, tras empatar 2 a 2, con los “pibes” de Pinto.
Para rememorar esa historia, Télam dialogó con Cesar Ganem, quien a pesar de sentirse muy conmovido y dolido por la muerte de Maradona, recordó ese día al decir “terminábamos de jugar la semifinal ahí en Embalse, Córdoba, y con otro compañero vimos a un chiquito llorando a la orilla de la cancha, sabíamos que era Diego y fuimos a darle un abrazo y un beso y él era tan bueno que me salió decirle vas a ser el mejor 10 del mundo”.
“Después, a los días, nos encontramos en nuestra ciudad de Pinto, ya que nosotros salimos campeones de ese campeonato y para conmemorar ese triunfo vinieron a nuestro pueblo que era muy chiquito y se quedaron tres o cuatro días en Pinto, compartimos mucho, jugamos mucho porque éramos chicos, era un excelente chico, fue inmenso y muy grande”, comenta Ganem.
“Tenía una personalidad avasallante, era difícil, pero como amigo o compañero era muy bueno”, puntualizó.
En esos días de estadía de Diego en Santiago del Estero fueron divertidos con travesuras de niños y eso recordó Ganem, al indicar que “estaban todos en una casa de mi familia, que era esa casa de antes, donde había un salón grande en donde poníamos los colchones para dormir todos y además había una habitación en donde dormía mi abuela; y en un momento cuando ellos salieron cerraron el candado y me la dejaron encerrada a la vieja”.
“Tenía esas cosas Diego, esa chispa que lo hacía increíblemente humano e increíblemente especial”, remarca.
“La última vez que lo vi fue en Tucumán cuando él estaba jugando en Argentinos, le mande un mensajito con un mozo en un hotel en Tucumán y a los 15 minutos yo estaba en su habitación charlando, me preguntaba si necesitaba entradas y le dije que ya habíamos sacado con 15 días de anticipación las entradas para verlo. Fue muy lindo”, aseguró.
“Y hoy es un día muy triste, muy dolido realmente”, dijo y añadió que “los argentinos no tuvimos la real altura lo que Diego es en el mundo, para mi es la persona más conocida del mundo entero, Diego es el más grande y sin dudas fue nuestra escarapela ante el mundo”.
El plantel que jugó ese día de la semifinal
Los planteles formaron de la siguiente manera: Los Cebollitas: Altamirano, Lucero, Magliolo, Domenech, Chammah, Márquez, Díaz, Dalla Buona, Duré, Maradona y Delgado.
Social Pinto con Julio Paz; “Pila” Herrera, “Tunko” Cejas, Guido Rodríguez y Eduardo Vargas; José Vivas, César Ganem y Francisco Mendoza; Mario Romano, Walter Ganem y Báez. El DT era Elías Ganem.
Foto: Diego Maradona junto a César Ganem en Pinto
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