ICONOS DE CLUBES

                                                     

lunes, 14 de mayo de 2018




DIA DEL DIRIGENTE DEPORTIVO

Un día como hoy, 14 de mayo, pero de 1969, José "pepe"Amalfitani, el más Grande dirigente deportivo de la Argentina, entraba en la inmortalidad, maestro mayor de obras, periodista y dirigente del club Vélez Sarfield, nacido en 1894.
José “Pepe” Amalfitani, presidente de Vélez Sársfield en dos etapas: 1923-1925 y 1941-1969, que se transformó en un modelo de honradez y rectitud moral que marcó un camino a seguir a futuras generaciones.
Tiempo después, la AFA (Asociación del Futbol Argentino) decidió instaurar ese día, como el día del dirigente deportivo en su honor
Don Pepe, Tano, José como era conocido  nació el 16 de junio de 1894 en pleno centro porteño: Callao y Corrientes.
Se mudó de chico a Villa Luro, y enseguida se enamoró del barrio y de su club.
Ingreso como socio de Vélez Sarsfield el 7 de febrero de 1913.
Mientras aportaba esfuerzo, horas y dinero a su querido Vélez; el “Tano”, maestro mayor de obras; era propietario de un corralón de materiales en Rivadavia 10099, estuvo al frente de un café en Floresta, incursionó en la política como candidato a concejal por el Partido Demócrata Progresista aprovechando su encandilante oratoria, y fue periodista de la sección deportes del diario La Prensa, puesto que abandonó un año después, legándoselo a su amigo José Lebrón, quien ironizaría y daría con una frase cabal demostración del fuerte genio del dirigente y a su vez del enorme valor que tenía para Vélez. “Me pidió en la forma suave y académica que lo caracteriza que lo sustituyera”, y agregó, “El periodismo perdió un mediocre cronista pero el deporte ganó al directivo más capaz y visionario con que ha contado en todo el sigloXX”. 
Fue presidente de Vélez entre 1923 y 1925, pero se enojó con algunas pares de comisión directiva, por no llevar a cabo algunas obras e ideas que tenia proyectada para el club y dejó la tarea directriz.
Y en otras funciones, se dedicaba a ser un mero hincha de futbol, y hasta tuvo tiempo de incursionar en la política nacional.
A 30 años de su fundación y en el peor momento del club, Vélez Sarsfield pierde por única vez la categoría, a manos de un arreglo entre independiente y Atlanta (este último era el que debía descender) y se dejo ganar el quipo de Avellaneda originando uno de los bochornos mas grotescos de la historia del futbol Argentino.
Con el equipo en 2da división, el inminente desalojo del predio que tenía el club y cargado de deudas, un grupo de socios se apersono a dialogar con Amalfitani en su domicilio a lo que escucharon “Veo sus caras afligidas por la situación y han creado un clima de velatorio, pero yo no voy a asistir al entierro de Mi Vélez querido, mientras el club tenga un solo socio, permanecerá de pie, un equipo que lucio su divisa honrosa y gloriosa por todo el continente no puede terminar de esta manera".
Precisamente el 26 de enero de 1941 ganó las elecciones y pidió a los miembros de la comisión directiva acompañar el aval por las deudas para frenar el remate del club, en principio sólo él se responsabilizó con su patrimonio personal y posteriormente se fueron acoplando otros integrantes de la comisión como Antonio Marín Moreno. El pasivo en esa época ascendía a los 40.000 pesos, se encontraba embargado por otros 100.000 pesos y, además, pendía un juicio de desalojo sobre la cancha. En el acta firmada el 1 de noviembre de 1941, se cita:
"El señor José Amalfitani (decía el punto séptimo del convenio), por derecho propio, no ya en representación del Club Vélez Sarsfield, toma a su cargo, como deuda principal, la obligación de efectuar por cuenta del club la construcción de cercos y aceras, también la obligación de pagar indemnizaciones en el caso de mora. El señor José Amalfitani se constituye como fiador, en carácter solidarlo, como principal pagador, de todas las obligaciones del Club Vélez Sarsfield desde la firma del presente convenció entendiéndose expresamente que el Incumplimiento de una sola, cualquiera de las cláusulas de éste, autoriza a los acreedores a exigir el total de la deuda"
Su primera gran obra a cargo de la presidencia, fue el traslado de las instalaciones desde Villa Luro, a donde se erige hoy el actual estadio y club.
Aquel solar era una ciénaga espantosa. Era imperioso rellenarla. Como la Municipalidad trabajaba en el entubamiento del arroyo Maldonado, sobre la avenida Juan B. Justo circulaban constantemente camiones sacando tierra. Pepe montaba guardia, detectando los vehículos que venían desde General Paz. Acompañado por otros socios, impartía instrucciones con su habitual vehemencia.
Sus gritos se escuchaban a la distancia: “¿Y vos que hacés acá? ¡Andá y párate en esa esquina, otario!” otras dulzuras: “¡Apúrate que se nos escapan los camiones, carajo! Una vez que frenaban un camión con tierra, convencían al camionero para que dejara la carga en el club. Cuando algún transportista reclamaba un mango, Amalfitani los aflojaba diciéndole: “Mirá, estamos haciendo la nueva cancha de Vélez. Vos vas a tener platea gratis para toda tu familia ¿Cómo te llamás?”
Algunos le creían, otros no. Pero todos dejaban la tierra para rellenar la ciénaga.
Las historias épicas se sumaron de a pares. Amalfitani solía organizar bailes. Era una excelente oportunidad para sumar ladrillos en forma no convencional.
En alguna oportunidad, Pepe se percató de la presencia de un importante comerciante del barrio, dueño de un inmenso corralón de materiales. Cuando le tocó subir al escenario, el Presidente pidió un fuerte aplauso “para el señor González, próspero comerciante del barrio, que con su generosa donación de cinco mil ladrillos engrandece a nuestro club”.
Ante los aplausos generalizados, al bueno de González no le quedó otro remedio que levantarse de su silla, saludar, y arrimar a la brevedad los cinco mil ladrillos a la sede del club.
“Menos plata podemos prometer cualquier cosa, siempre que nos ayuden con la cancha”. Esa fue su filosofía. Cuando algún socio tenía ganas de ayudar le decía: “¿Trajiste los brazos? Bueno, úsalos. Mirá, ¿ves esos tablones? Hay que separar los que no sirven”
Una vez construido el estadio, sus instalaciones, conjuntamente con la compra de los terrenos de la calle Barragán (donde se edificó el campo deportivo del club), muchos hinchas y socios creyeron que era el momento de pelear por la gloria deportiva. La respuesta de Amalfitani fue concluyente: “Si quieren campeonatos, háganse de Boca”. Pepe entendía que formar un plantel para pelear bien arriba los torneos frenaría el pujante crecimiento del club en su faz social.
“Los ladrillos son más importantes que los campeonatos” declaró a comienzos de los ´60. En 1967, cuando el estadio ya era una mole de concreto, Don Pepe reflexionó: “Si nosotros decidiéramos salir campeones, podríamos hacerlo, pero jamás tendríamos el estadio que actualmente disfrutamos”
Cumplió el gran desafió que se propuso, desarrolló una tarea titánica, una gesta inolvidable. Si no hubiera existido habría que haberlo inventado. Nunca se tomó una tregua. Llevó al Club de barrio a una situación de privilegio, la pileta de natación, la sede, los gimnasios, el comienzo de numerosas actividades deportivas y culturales: Patín, Bochas, Natación, Boxeo, Folklore, Básquet, Cestobol, Pesas, Vóley, Ajedrez; los balances superavitarios y los más de sesenta mil carnés que transfirió a sus herederos fueron muestras claras de un crecimiento sostenido.
Ya con la enfermedad que se reflejaba en su cuerpo, la Asamblea de representantes impuso el nombre de José Amalfitani para nuestro estadio el 10 de noviembre de 1968, y un mes más tarde Vélez lograba su primer título máximo en el fútbol profesional.
Dejo la frase más importante que hoy mantiene en espíritu al club “-cada chico que entra como socio, es un campeonato ganado-“
______________________________________________________

UNA DE SUS ANECDOTAS:
Una tarde de 1964 un grupo de hinchas le criticó a Amalfitani un supuesto desinterés deportivo. Amalfitani le señaló la platea alta de la avenida Juan B. Justo, que estaba en construcción. A los hinchas poco les importó. El reclamo se hizo insoportable. Amalfitani, dueño de un carácter hosco y dificil, cortó la discusión a los gritos: “¿Quieren salir campeones? ¡Háganse hinchas de Boca! ¡Este es un club!”.



No hay comentarios:

Publicar un comentario

//Volleyball  3//// Soccer Ball 4Soccer BallSoccer Ball